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gulación; comienzo precoz o tardío de lares. Las lesiones de las vasculitis, que
la hemorragia con respecto al momento pueden coexistir con petequias, suelen
de la lesión o traumatismo y, finalmen- ser de mayor tamaño que estas, son
te, coexistencia del fenómeno hemorrá- tipo papular y se acompañan de in-
gico con otra enfermedad reconocida flamación y aun de necrosis dérmica.
(colagenopatía o hepatopatía). La eva- Otro signo común en las alteraciones
luación de esta información permitirá vasculoplaquetarias son las equimo-
distinguir con alguna precisión las al- sis. Se trata de hemorragias dérmicas,
teraciones vasculares, plaquetarias y mayores de 3 mm, de bordes irregula-
plasmáticas, además de su carácter de res y confluentes, y de color purpúrico
heredadas o adquiridas. al principio, que luego se torna verde
Alteraciones vasculoplaquetarias amarillento. Habitualmente son peque-
(púrpura): El signo característico de es- ñas y múltiples, a diferencia de las ob-
tas alteraciones es la petequia, mancha servadas en los trastornos plasmáticos,
plana, rojo purpúrica, de pequeño ta- que son de mayor tamaño y solitarias.
maño (cabeza de alfiler), que expresa una Es sumamente raro hallar hematomas
extravasación de hematíes a nivel ca- (hemorragias palpables, que se ubican
pilar. Típicamente, aparecen varias en entre planos tisulares) o hemartrosis
brotes y son evidentes en sitios donde la (hemorragias en cavidades articulares)
ropa ejerce mayor presión. Estos defec- y su presencia debe hacer pensar en
tos vasculares suelen aparecer con más una púrpura de Schönlein-Henoch y no
frecuencia en las extremidades inferio- en un trastorno plasmático (por ejem-
res, mientras que, en las trombocitope- plo, hemofilia). Con respecto a esto,
nias, las petequias tienen una distribu- hay algunas afecciones vasculares que
ción más generalizada, aunque esto no producen manifestaciones que exigen
es categórico. En el escorbuto adoptan diferenciarlas, como es el caso de las
una localización perifolicular en nalgas hemorragias subperiósticas en el es-
y muslos. Las petequias deben ser dife- corbuto o de la sinovitis en la púrpura.
renciadas de las telangiectasias, los an- Otros datos que permiten distinguir las
giomas y las lesiones vasculíticas. Las alteraciones purpúricas de las plasmáti-
dos primeras, que pueden observarse cas son la aparición precoz de hemorra-
en hepatopatías, en el embarazo o en gia en zonas de heridas superficiales,
la telangiectasia hemorrágica heredi- la rareza de un sangrado retardado en
taria, son permanentes y desaparecen relación con el momento de la lesión,
por efecto de la presión, rasgos que las la frecuencia relativamente mayor en
distinguen de las petequias. Además, mujeres y el hallazgo poco común de
las telangiectasias de las hepatopatías antecedentes familiares positivos. Al-
pueden ser ligeramente sobreelevadas gunos signos pueden tener significado
y tienen finas prolongaciones (en patas pronóstico, especialmente en lo que se
de araña). Por su parte, los angiomas, refiere a la inminencia de una hemorra-
aunque no desaparecen con la presión, gia a nivel del sistema nervioso central:
se diferencian de las petequias por ser un ejemplo es las vesículas con conteni-
permanentes y sobreelevados o nodu- do hemorrágico en la cavidad oral o las

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